En una nueva versión de la eterna batalla entre David y Goliat, una clínica chilena logró imponerse en el terreno marcario frente a la cadena deportiva Deportes Sparta, uno de los principales retailers del rubro en el país. Tras casi dos años de disputa en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), este organismo falló a favor de Stefan Danilla Enei Servicios Médicos SpA, otorgándole el registro de la marca SPARTAN en la clase 44, correspondiente a servicios médicos y quirúrgicos.
El conflicto se originó cuando Deportes Sparta presentó una demanda de oposición al registro, alegando que el nombre SPARTAN generaba confusión con sus múltiples marcas SPARTA, inscritas en distintas clases comerciales y de alta notoriedad en el mercado deportivo. Según la compañía, la diferencia de una sola letra “N” no era suficiente para evitar la confusión de los consumidores.
La defensa de la clínica estuvo a cargo del estudio ChileMarcas.cl, dirigido por el abogado especialista en Propiedad Industrial Carlos Campbell Vilches, quien logró demostrar que no existía coincidencia ni relación entre los servicios médicos de la clase 44 y los productos y servicios deportivos distinguidos por la marca SPARTA en otras clases. En virtud del principio de especialidad marcaria, el INAPI determinó que ambos signos pueden coexistir pacíficamente en el mercado sin inducir a error al público consumidor.
“Este caso refuerza la importancia de entender que la protección de una marca está delimitada a la cobertura específica de productos o servicios para los que fue inscrita”, comentó Campbell. “La victoria de SPARTAN demuestra que incluso frente a marcas famosas y consolidadas, las PYMES y emprendimientos pueden hacer valer sus derechos cuando actúan con la estrategia adecuada”.
La resolución, fechada el 2 de octubre de 2025, rechazó todos los fundamentos de la oposición de Deportes Sparta y concedió el registro solicitado. El fallo marca un precedente importante en el ámbito marcario chileno, destacando que la especialidad de clases protege la innovación y permite la convivencia de signos en industrias completamente distintas.